sep 272012
 

Casey Luskin

Debido a que los científicos evolucionistas han operado a menudo bajo la presuposición de que nuestros genomas están repletos de ADN basura carente de función, Jonathan M., de Evolution News and Views se ha visto recientemente involucrado en rebatir el escepticismo manifestado por el adversario de la tesis del Diseño Inteligente, Paul McBride, acerca de una amplia funcionalidad de los pseudogenes. Jonathan M. citaba un artículo publicado a principios de este año en la revista RNA Biology titulado: «Pseudogenes are not pseudo any more [Los pseudogenes han dejado de serlo]». Vale la pena explorar dicho artículo con más detalle, siendo que ofrece una convincente reseña de muchos estudios para llegar a la conclusión de que la funcionalidad está «ampliamente extendida» en los llamados pseudogenes:

Los pseudogenes fueron considerados durante largo tiempo como ADN genómico basura: presente en el genoma pero no codificante y carente de función. Sin embargo, descubrimientos en la antigua protista T. brucei, así como en algunos metazoos, indican que la regulación mediante pseudogenes está ampliamente extendida en los eucariontes. Por tanto, el mote de «pseudogenes» ha sido puesto en tela de juicio.

(Yan-Zi Wen, Ling-Ling Zheng, Liang-Hu Qu, Francisco J. Ayala y Zhao-Rong Lun, «Pseudogenes are not pseudo any more [Los pseudogenes han dejado de serlo]», RNA Biology, Vol. 9(1):27-32 (enero, 2012).)

The autores escriben que hay unos 8.000 pseudogenes que se procesan en los humanos, además de muchos duplicados —pero esto no significa que sean mayormente basura. Grandes porcentajes de estos pseudogenes parecen estar conservados a través de diversas especies, lo que sugiere función:

El análisis comparado de pseudogenes procesados en los genomas del ratón y el humano ha demostrado de manera sorprendente que el 60% de los pseudogenes procesados están conservados en ambas especies de mamíferos. La gran abundancia y conservación de los pseudogenes en una diversidad de especies indica que las presiones selectivas preservan estos elementos genéticos, y sugieren que pueden verdaderamente realizar importantes funciones biológicas. Continúe leyendo »

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abr 042011
 

Por Felipe Aizpún

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El desarrollo de las investigaciones en los últimos años ha permitido descifrar el genoma humano y ha abierto el camino para el conocimiento profundo y el análisis comparativo de los genomas de diferentes especies. Uno de los datos más significativos de las investigaciones es que sólo algo menos del 2 % de nuestro genoma se compone de secuencias codificantes que prescriben la construcción específica de proteínas. Por lo tanto resultaba necesario dar una explicación para la existencia de una cadena tan larga de material genético aparentemente inservible. Los defensores del modelo darwinista no tuvieron dudas al respecto y proclamaron con autoridad que el resto no era sino “basura” (junk DNA), y en concreto, que se trataba de secuencias vestigiales que a lo largo del proceso evolutivo habían perdido su capacidad codificadora en beneficio de otros rasgos que habían demostrado una superior capacidad adaptativa. Además, este carácter de información inútil e inactiva se ha presentado enfáticamente como una prueba más de la inconsistencia de la reivindicación de un diseñador en el origen de las formas vivas pues no resulta convincente que un ente tal las hubiera creado con semejante lastre de secuencias inservibles.

Recordemos estas palabras de Richard Dawkins que nos ofrecía hace algún tiempo Platypus en su blog “Los fallos de Darwin”:

“El genoma está plagado de pseudogenes no funcionales, duplicados defectuosos de genes funcionales que no hacen nada, mientras que sus primos funcionales siguen adelante con sus negocios en una parte diferente del genoma. Y hay mucho más ADN que ni siquiera merece el nombre de pseudogenes. Este ADN también se deriva de la duplicación, pero no la duplicación de genes funcionales. Se compone de varias copias de basura, “repeticiones en tándem”, y otras tonterías que pueden ser útiles para los detectives forenses, pero que no parecen ser utilizados en el cuerpo. Una vez más, los creacionistas podrían pasar algún tiempo valioso especulando sobre por qué el Creador ha llenado el genoma de basura con pseudogenes sin traducir y repeticiones en tándem de ADN basura”.

Richard Dawkins, El capellán del diablo, 2003, p. 99. Continúe leyendo »

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