oct 052012
 

Casey Luskin

El profesor de bioquímica de la Universidad de Toronto Larry Moran no está satisfecho con los resultados del proyecto ENCODE, que reportan evidencias de “funciones bioquímicas para el 80% del genoma”. Otros defensores de Darwin están tratando de rechazar este resultado como mero “bombo”.

Sí esto es cierto, se supone que debemos hacer caso omiso de las abstractas e intencionalmente ambiguas 18 páginas de la revista Nature, la producción de otros 30 artículos simultáneos de este proyecto, coescritos por cientos de científicos destacados de todo el mundo, porque es puro “bombo”. (Lea las últimas dos o más páginas del documento principal de Nature para ver la lista inusualmente larga de científicos internacionales que participaron en este proyecto, y coautores del mismo.) Larry Moran y otros ruidosos activistas Darwinistas de internet son bienvenidos a estar en desacuerdo y protestar por estas conclusiones, pero está claro que el consenso de los biólogos moleculares,  personas que realmente estudian cómo funciona el genoma, ahora creen que la idea de “ADN basura” es esencialmente errada.

Moran, por su parte, piensa que todos estos otros científicos no sólo están equivocados, sino que están tergiversando la evidencia con consecuencias nefastas para el debate público científico sobre la evolución darwiniana. Más en su blog, que ha estado llenando páginas y páginas, pidiendo a los investigadores del proyecto ENCODE y a sus amigos en los medios de comunicación, para bajar el tono de sus discusiones sobre los resultados a fin de no prestar apoyo al diseño inteligente (o como Moran interminablemente denomina, “los creacionistas”). Escribe él en diversos cargos: Continúe leyendo »

Download PDF
sep 272012
 

Casey Luskin

Debido a que los científicos evolucionistas han operado a menudo bajo la presuposición de que nuestros genomas están repletos de ADN basura carente de función, Jonathan M., de Evolution News and Views se ha visto recientemente involucrado en rebatir el escepticismo manifestado por el adversario de la tesis del Diseño Inteligente, Paul McBride, acerca de una amplia funcionalidad de los pseudogenes. Jonathan M. citaba un artículo publicado a principios de este año en la revista RNA Biology titulado: «Pseudogenes are not pseudo any more [Los pseudogenes han dejado de serlo]». Vale la pena explorar dicho artículo con más detalle, siendo que ofrece una convincente reseña de muchos estudios para llegar a la conclusión de que la funcionalidad está «ampliamente extendida» en los llamados pseudogenes:

Los pseudogenes fueron considerados durante largo tiempo como ADN genómico basura: presente en el genoma pero no codificante y carente de función. Sin embargo, descubrimientos en la antigua protista T. brucei, así como en algunos metazoos, indican que la regulación mediante pseudogenes está ampliamente extendida en los eucariontes. Por tanto, el mote de «pseudogenes» ha sido puesto en tela de juicio.

(Yan-Zi Wen, Ling-Ling Zheng, Liang-Hu Qu, Francisco J. Ayala y Zhao-Rong Lun, «Pseudogenes are not pseudo any more [Los pseudogenes han dejado de serlo]», RNA Biology, Vol. 9(1):27-32 (enero, 2012).)

The autores escriben que hay unos 8.000 pseudogenes que se procesan en los humanos, además de muchos duplicados —pero esto no significa que sean mayormente basura. Grandes porcentajes de estos pseudogenes parecen estar conservados a través de diversas especies, lo que sugiere función:

El análisis comparado de pseudogenes procesados en los genomas del ratón y el humano ha demostrado de manera sorprendente que el 60% de los pseudogenes procesados están conservados en ambas especies de mamíferos. La gran abundancia y conservación de los pseudogenes en una diversidad de especies indica que las presiones selectivas preservan estos elementos genéticos, y sugieren que pueden verdaderamente realizar importantes funciones biológicas. Continúe leyendo »

Download PDF
abr 302012
 

Felipe Aizpun

Que James Shapiro es un biólogo con talento y de sólida experiencia y conocimientos en su campo profesional es indudable. Sus aportaciones de los últimos años, dentro de una perspectiva naturalista, han sido enormemente críticas con el paradigma dominante. Sus prejuicios filosóficos, sin embargo, le han llevado siempre a defender posiciones de rechazo a cualquier planteamiento que reivindique la necesidad de una justificación racional y teleológica al proceso de emergencia y evolución de los seres vivos. En un reciente artículo en “The Huffington Post” Shapiro se presta, a petición de un comunicante, a dar las recetas apropiadas para combatir la ola creacionista que parece amenazar a los Estados Unidos.

El comentario tiene su origen en la sucesión de normativas que, poco a poco, en diferentes Estados norteamericanos van proclamando el derecho a educar a los jóvenes en un espíritu crítico en relación al dogma del evolucionismo darwinista (y otras cuestiones científicas controvertidas como por ejemplo el calentamiento global antropogénico). “Teach de Controversy” se ha convertido en un slogan que no pide sino el derecho a no ser adoctrinado de forma inmisericorde en una teoría puramente especulativa y carente de un soporte empírico suficiente y que ha venido imponiéndose durante décadas en la enseñanza pública y privada de más de medio mundo. Dichas leyes, como la recientemente aprobada en el estado de Tennessee (no sin amplia polémica) no buscan otra cosa que el respeto para poder hacer pública la existencia de una amplia controversia científica en torno a la teoría darwinista de la evolución.

No es de extrañar, tal como están las cosas, que la aprobación de tales leyes, que en absoluto autorizan a modificar el contenido de las materias aprobadas en el curriculum oficial, ni mucho menos a introducir perspectivas religiosas o creacionistas, ni por supuesto tampoco (faltaría más!) a enseñar las teorías del Diseño Inteligente, haya sido presentada como un ataque a la salud mental de los alumnos, a su correcta formación o a su derecho a acceder a un conocimiento verdadero. El comunicante de Shapiro se permite falsear la realidad afirmando gratuitamente, (y sin que Shapiro se moleste en corregirle) lo que no es sino una burda falsedad:

Vivo en un estado que acaba de aprobar leyes para “enseñar la controversia” en relación a ciencias que son controvertidas pero que es, como resulta más que obvio, un medio para introducir en las clases la idea de creación especial o la geología del diluvio y otras hipótesis similares carentes de valor intelectual.

Cualquier lector con un mínimo de cultura puede valorar por sí mismo la ignominiosa falsedad de tal afirmación leyendo el texto íntegro (apenas un par de páginas) de la norma aprobada aquí. Continúe leyendo »

Download PDF
nov 222011
 

Felipe Aizpún

Que en este blog sentimos una especial predilección por los trabajos del profesor Abel es algo que ya ha quedado patente en comentarios ofrecidos en los últimos meses. Es por ello que la aparición de este nuevo libro ya a la venta en Amazon supone un motivo de felicitación. En este trabajo Abel recoge sus argumentos principales dispersos en sus diferentes trabajos, de manera exhaustiva, para terminar construyendo un discurso sólido y rotundo en defensa de la perspectiva cibernética de los organismos vivos y la imposibilidad lógica de un origen puramente fortuito de la vida. Si el libro “Signature in the cell” de Stephen Meyer supone un desafío en términos puramente empíricos y científicos a las teorías que aventuran diferentes modelos de abiogénesis, Abel nos recuerda en “The First Gene” que el problema del origen de la vida a partir de la materia animada no es solamente un problema de probabilidades sino un problema de falta de adecuación causal. Les ofrecemos, para ir abriendo boca y sin perjuicio de comentarios que habrán de venir sin duda en el futuro, la traducción de la reseña del libro que nos ha ofrecido Casey Luskin en ENV.

Preocupación Materialista: “The First Gene” Defiende una Concepción del Origen de la Vida estrictamente Científica y no Materialista

¿Puede un libro que no contempla el término “diseño inteligente”, no habla de “complejidad especificada” y hace escasa mención de la “complejidad irreducible” ofrecer un argumento afín a la teleología en la biología?

Un nuevo libro de carácter técnico, “The First Gene”, editado por el Director del Gen Emergence Project David L. Abel nos muestra que la respuesta a esta pregunta es “sí”. A los materialistas no les va a gustar este libro porque sus argumentos son 100% científicos, carentes de cualquier preocupación religiosa política o cultural, y lo más importante, convincentes.

Los argumentos en “The First Gene” se sustentan en campos como la ProtoBioSemiótica o la ProtoBioCibernética que, según Abel, responden a cuestiones de este tipo:

¿Cómo pudieron en un entorno natural prebiótico simples interacciones entre masa y energía generar mensajes funcionales y cargados de significaco? ¿Cómo pueden el azar y la necesidad prescribir la capacidad del receptor para seguir las reglas arbitrarias precisas para descodificar los mensajes? ¿Cómo pudieron las leyes de la física y la química haber capacitado a las moléculas para entender sistemas simbólicos semejantes al lenguaje y actuar con respecto a ellos en el seno de las primeras células? (p. xvi)

Igualmente, el campo de la ProtoBioCibernética específicamente explora la, a menuda descuidada, derivación a través de procesos naturales de mecanismos de control en la primera teórica protocélula (p. 1). De ahí, el subtítulo del libro: “El Nacimiento de la Programación, la Semántica y el Control Formal”. Continúe leyendo »

Download PDF