sep 112012
 

Cristian Aguirre

“Lo que suele darse por supuesto, esa suerte de ideas acríticamente aceptadas, entrañan cierto peligro, sobre todo en ciencia. Empiezan siendo la interpretación más plausible y cómoda de los hechos, pero pueden llegar a constituirse en artículos de fe con los que las nuevas observaciones deben encajar; así ocurre cuando su veracidad no puede comprobarse de forma inmediata y sus deficiencias no resultan obvias. Ahora bien, si el volumen de información que contradice la ortodoxia se torna abrumador, ésta termina por cuartearse”. Énfasis en negrita añadido.

Esta brillante reflexión pertenece a John S. Mattick y con el mismo da inicio a su artículo titulado “Los intrones” en el especial de la revista Investigación y Ciencia titulado “¿Qué es el gen?”.

Su evaluación del peligro que representa para la ciencia el convertir en dogma de fe ideas acríticamente aceptadas resulta muy pertinente con ocasión del anuncio del consocio ENCODE que recoge el diario español ABC con el título: “El «ADN basura» es esencial para el genoma humano”. Reproduzco la noticia tal cómo lo publica ABC:

“La información que se creía inútil es, en realidad, un gran panel de control con millones de interruptores sin los cuales los genes no funcionarían y aparecerían enfermedades.

Un equipo internacional de investigadores con participación española dio a conocer los resultados de un millar y medio de experimentos para interpretar el ADN y reveló que la mayoría de lo que hasta ahora se llamaba «ADN basura» es, en realidad, información útil e importante.

Estos hallazgos son fruto del proyecto ENCODE (Enciclopedia de los Elementos del ADN), la investigación de mayor envergadura que en la actualidad se está llevando a cabo en el campo de la genómica, y son descritos en un total de treinta artículos publicados hoy por tres revistas científicas, la británica «Nature» y las estadounidenses «Genome Research» y «Genome Biology». Continúe leyendo »

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ene 062011
 

Por Felipe Aizpún

Lo que no hace mucho tiempo parecería impensable empieza a ser “normal”. Discrepar del paradigma darwinista está de moda y, no sólo eso, cada vez más las revistas científicas empiezan a entender que albergar trabajos serios y bien documentados que no se acomoden al modelo exigido por los defensores de la ortodoxia no es necesariamente una deshonra. En fechas recientes se han publicado varios trabajos de los que traemos a estas páginas la noticia de cuatro de ellos, todos ellos teniendo en común su discrepancia indisimulada con el neo-darwinismo imperante, y en algunos casos su apoyo explícito al Diseño Inteligente. Se trata en todo caso de artículos “peer-reviewed”

1. Michael Behe ha publicado en días pasados un trabajo titulado, “Experimental Evolution, Loss-of-Function Mutations and ‘The First Rule of Adaptive Evolution’ ” Su argumento principal en este artículo es que los cambios adaptativos más comúnmente observados se deben en realidad a la pérdida o la modificación de una función molecular previamente existente. El argumento no es nuevo. Ya en 2007 otros autores (Hopi, Hoekstra y Coyne) habían señalado la existencia de variaciones moleculares que entrañaban pérdida de función y habían reclamado que tales mutaciones no debían ser propuestas como mecanismos evolutivos, ya que lo que se pretende demostrar es precisamente la emergencia de funciones novedosas y no la pérdida de las existentes. El trabajo de Behe abunda en este campo de investigación pero va mucho más lejos ya que sostiene que este caso de pérdida de función es el que predomina en las mutaciones observadas en un amplio campo de elementos genéticos que él ha bautizado como “Functional Coded Elements” (FCE). Behe define estos FCE como “una región discreta, pero no necesariamente contigua, de un gen que, merced a su secuencia de nucleótidos, influye en la producción, proceso o actividad biológica de un particular ácido nucleico o una proteína, o su específico enlace con otra molécula”. Behe sostiene que las investigaciones llevadas a cabo no han permitido observar la emergencia evolutiva de nuevos FCEs en el laboratorio. Por el contrario, siempre que observamos novedades adaptativas éstas surgen como consecuencia de mutaciones que encierran pérdidas de función o modificación de FCEs.

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oct 022010
 

Por Felipe Aizpún

El Reino Unido atesora una tradición fantástica de pensadores y científicos que han contribuido como ningún otro país a construir la historia del pensamiento occidental moderno. Sin embargo, en los últimos tiempos, no cabe duda de que Norteamérica ha venido representando una fuente de vitalidad intelectual sobresaliente que ha propiciado el desarrollo, entre otras corrientes filosóficas y científicas del movimiento del Diseño Inteligente.

En estos últimos días, las páginas que se ocupan de este movimiento recogen la buena noticia de una iniciativa emprendida en el Reino Unido que se compromete con la propagación de las ideas de una corriente de pensamiento que va poco a poco impregnando todos los ámbitos de la vida científica y cultural en cada vez un mayor número de países. En “Uncommon Descent”, un post firmado por Jonathan M se hace eco de este acontecimiento y nos recuerda que muchos pioneros de la construcción del pensamiento occidental entendían que el mundo natural era inteligible precisamente por ser el producto de una mente racional.

Lo que ahora se nos ofrece es la constitución de un “Centre for Intelligent Design UK” cuya página web puede ser encontrada aquí, una organización sin ánimo de lucro, con sede en Glasgow, formada por voluntarios procedentes de un amplio campo de profesionales y expertos en diferentes disciplinas. Sus objetivos han sido establecidos de la forma siguiente:

-      Promover la investigación profesional y el debate público del DI en el Reino Unido.

-      Desafiar, sobre la base de la evidencia científica, la propuesta neo-darwinista de que el desarrollo de la vida se puede explicar simplemente como el resultado de procesos materiales no guiados.

-      Estimular la consideración de mayores consecuencias del DI.

El Director del centro es el Dr. Alastair Noble. El Presidente es Norman Kevin, profesor emérito de Medical Genetics en la Queens University de Belfast, y el Vicepresidente es David Galloway, quien es así mismo Vicepresidente del Real Colegio de Médicos y Cirujanos de Escocia.

Con ocasión de la puesta en marcha de este Centro, el Dr Alastair Noble ha declarado:

“Encuestas recientes de opinión pública en Reino Unido por parte de la BBC y de Theos, (un “think tank” sobre políticas públicas) han puesto de relieve un interés creciente y una mayor simpatía hacia las opiniones del DI sobre los orígenes. El reino Unido necesita un centro comprometido con la promoción de este debate, tanto en el campo profesional como en el debate público. Eso es lo que intentamos hacer.”

Reciba nuestra más cordial bienvenida esta iniciativa que sigue aumentando el espectro de los profesionales y estudiosos que van liberándose de los compromisos metafísicos atenazadores del materialismo imperante para dar salida al discurso auténtico y sincero de la razón y de la ciencia más avanzada.

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jun 112010
 

El prestigioso físico británico Stephen Hawking ha mostrado siempre una especial sensibilidad hacia las consecuencias metafísicas de los avances científicos. No cabe duda de que las implicaciones de los avances científicos en relación al debate sobre los orígenes son fundamentales y Hawking ha intentado en todo momento que dichas implicaciones no fuesen excesivamente trascendentes, aportando sus intuiciones en torno a la explicación más plausible, en términos estrictamente naturalistas, del origen del Universo.

Recientemente Hawking ha concedido una entrevista a Diane Sawyer de la ABC en la que, al ser preguntado sobre la posibilidad de reconciliar ciencia y religión, ha declarado lo siguiente: “Hay una diferencia fundamental entre religión, que se basa en la autoridad, y ciencia, que se basa en las observaciones y la razón. La ciencia vencerá porque funciona”.

Aunque cualquier persona mínimamente formada comprende que las convicciones religiosas, lejos de sentirse enemigas de la ciencia acogen con agrado la tarea de ensanchamiento del conocimiento racional, como una expresión más de nuestra vocación terrenal, lo cierto es que muchos materialistas y ateos plantean la ciencia como un desafío a la religión, como una conquista intelectual cuyo rédito más valioso es servir al propósito de demostrar la falsedad de los mensajes revelados y en especial la inconsistencia de los relatos bíblicos. Continúe leyendo »

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